viernes, 29 de mayo de 2020

CUENTO: "LA ABUELA ELECTRÓNICA" DE SILVIA SCHUJER

ESCUCHÁ ESTA FANTÁSTICA HISTORIA...




Audio: La Valija de Cuentos


PARA LEER EL CUENTO COMPLETO:






SCHUJER SILVIA: "La abuela electrónica" Editorial Sudamericana

jueves, 28 de mayo de 2020

CUENTO: "LA NOCHE DEL ELEFANTE" DE GUSTAVO ROLDÁN

UNA PAREJA DE ELEFANTES DECIDEN ESCAPARSE DEL CIRCO ... TE INVITO A  ESCUCHAR ESTE MARAVILLOSO CUENTO DE GUSTAVO ROLDÁN.




CUENTO ORIGINAL:



miércoles, 27 de mayo de 2020

CUENTO: "BUMBLE Y LOS MARINEROS DE PAPEL" LAURA DEVETACH

CHIQUITOS Y LIVIANOS, EL BARQUITO DE PAPEL Y SUS MARINEROS QUERÍAN AVERIGUAR QUÉ COSA ERA EL MAR. ANDUVIERON BASTANTE HASTA QUE LA TORTUGA LOS LLEVÓ DE PASEO Y LOS DEJÓ SOBRE LA ARENA BLANCA PARA QUE PUDIERAN VERLO CON SUS PROPIOS OJOS...




PARA LEERLO NUEVAMENTE:

lunes, 25 de mayo de 2020

25 DE MAYO DE 1810


"IRRUMPIR CON LO IMPUESTO FUE OBRA DE GRANDES
 PERSONALIDADES DE NUESTRA HISTORIA.
ESA FUE LA REVOLUCIÓN.
HOY DEFENDAMOS ESOS PRINCIPIOS, HACIENDO FUERTE LA LIBERTAD, LA INDEPENDENCIA Y LA JUSTICIA".


¡VIVA LA PATRIA!

UN POCO DE HISTORIA.... 
MUJERES QUE PARTICIPARON EN LA REVOLUCIÓN DE MAYO (CLIK AQUÍ PARA VER)






UNA TERTULIA INOLVIDABLE: UN DÍA EN 1810




PARA SABER UN POCO MÁS DE AQUEL 25 DE MAYO DE 1810:




viernes, 22 de mayo de 2020

CUENTO: " LA OLLA MÁGICA" DE OLGA DRENNEN.

LA OLLA MÁGICA

        Onagra empujó el madero que llevaba atado al cogote debajo de la olla que hervía en el centro de la hoguera y apoyó con fuerza las dos patas en el otro extremo de la palanca; de inmediato, vio la vasija dando vueltas en el aire. Parecía una moneda de cobre refulgente y redonda, una moneda que chorreaba humo y agua. Arriba, el sol, otra moneda más, resplandecía sobre el gran triángulo del techo.
            La olla giraba suspendida allá, en lo alto, mucho más arriba de su cabeza. Su cabeza. Se le hacía difícil pensar que estaba a punto de perderla.
-¿Pensaste qué vamos a hacer con este bicho cuando el zumo esté listo?
            Corría peligro. Nadie podía negarlo. Él mismo había escuchado a Carda, su dueña, cuando hablaba con el marido.
            -¡Qué sé yo!  Dejarlo solo, hasta que se muera. O, por ahí, le cortamos la cabeza ¿A quién le importa un burro tonto? –contestó ella soltando una carcajada.
Y en ese momento, a  Onagra, las cuatro patas se le aflojaron. ¿Cortarle la cabeza...?, repitió temblando.
Como si se hubiera dormido en las alturas, la vasija dibujaba círculos con pesadez debajo del sol más brillante que nunca.
            También iluminaba, alto como un globo, allá tan lejos, encima de la finca de Nodo, su dueño anterior, pero Nodo no lo tenía encerrado en un cuarto de tres paredes con esas cadenas en la puerta. La cuadra donde descansaba él, y otros como él, tenía un techo de paja que lo resguardaba del frío, la lluvia o el calor.
            -¡Arre, burrito, arre! -lo animaban los hombres que trabajaban con él.
            Onagra siempre había renegado de su destino tan distinto del de los Equinos, sus parientes famosos de patas y cabezas finas, los que tenían crines suaves como la seda. En cambio él, todo áspero, tan sin gracia, con esas orejotas grises. Le parecía injusto que ellos vivieran con agua y alimentos al alcance de sus hocicos mientras que él y sus compañeros malvivían, allí, en la parte trasera del establo, con la comida justa y el descanso mezquino.
            -¡Qué le vamos a hacer, burrito -dijeron una tarde los humanos que manejaban los arados como si pudieran leerle el pensamiento  -unos nacen con estrella y otros nacen estrellados!
            Estrellado, sí y, además, con mala suerte. Así, había nacido él. ¿Por qué la malvada de Carda tendría tan odiosas intenciones?, se preguntó. ¿Qué le había hecho él para que con tanto apresuramiento, decidiera cortarle la cabeza y, por lo tanto, su muerte?
            En cambio, allá en su tierra, los hombres, eran bien distintos. Ahora los extrañaba. Le daba tristeza recordar el corral con esas grandes ventanas  desde las que el cielo se veía a lo largo y a lo ancho. Tan distinto de ese cuchitril donde el amanecer apenas se adivinaba desde la base de un triángulo de piedras cubiertas de musgo como ésas entre las que ahora, lo tenían encerrado.
            Mientras revivía otras épocas, el burro mordisqueaba algunos pastos secos que habían crecido a unos metros de la hoguera, sin tener en cuenta la olla de cobre que, como si alguien estuviera reteniéndola, giraba y giraba en las alturas.
            Antes, cuando vivía en la finca, a veces, se cruzaba con sus parientes los Equinos que paseaban con Nodo. Siempre se alegraba de verlos, al fin y al cabo, eran su familia. Se alegraba y los saludaba con aquel rebuzno amistoso que le había enseñado su padre, pero ellos le contestaban con un sacudir de crines lleno de orgullo. Iban siempre apurados, siempre con cosas importantes para hacer. Llevaban al dueño y a su familia en la caza de zorros por el bosque o saltaban vallas en praderas con pastos como de terciopelo.
            Claro que a Onagra tampoco le faltaban amigos humanos, los hombres con los que trabajaba, que eran mofletudos como él, con su mismo hedor a tierra revuelta y aquellos pelos duros  brincándoles sobre la frente igual que los suyos.
            Carda, su nueva dueña, la que le había puesto el collar de madera en el cogote, no tenía, perfume o tal vez, sí, tal vez, la cortina de humo que flameaba en esa pieza de tres paredes disimulaba todos los olores,
            Onagra todavía recordaba la tarde en que la vio por primera vez. Ella y su marido fueron al corral a conversar con su antiguo dueño. Necesitaban un animal para hacer un trabajo duro y habían pensado en comprarle uno de los burros que dormían en el fondo del establo. 
            -¡Pero claro que sí -contestó Nodo -lleven el que más les guste!
            Para su desgracia, lo eligieron a él. Fue realmente una catástrofe porque después de un viaje lamentable, lo encerraron en la casa que habían levantado. ¿La casa? ¡Qué iba a ser! Si no era más que una pieza sin ventanas y una puerta raquítica. Una vez allí, le calzaron un collar de madera en el cogote y lo obligaron a dar vueltas alrededor de la hoguera haciendo girar y girar una olla que adentro, tenía vaya a saber qué potingue.
-Lleven el que más les guste –había dicho Nodo.
Y Onagra tuvo que irse con ellos, pero, ¡puras mentiras que les gustaba! No debía de gustarles tanto, porque después, además de tratarlo mal, planeaban cortarle la cabeza.
            -No dejes de dar vueltas, burro torpe -había pedido el marido de Carda -que cuando esta bebida esté terminada, mi mujer va cantar como los ángeles. Entonces, ninguno va a ser más rico ni famoso que nosotros.
-Son dos brujos -pensó Onagra viendo que la mujer agregaba un puñado de pétalos de jazmín dentro de la olla.
-Para tener la voz dulce -dijo Carda sumando un cántaro de miel al menjunje.
Así, arrope, almíbar y ramas de canela hervían en agua de azahar a fuego lento mientras el burro daba vueltas y vueltas sin poder desprenderse de la traba de madera que parecía estar a punto de estrangularlo.
-¿Te acordaste de lo más importante? -preguntó el hombre. Como toda respuesta, la bruja agitó una descomunal bolsa de gasa.
-Sí, traje las plumas de alas de ruiseñor.
También tenía otras de mirlos, zorzales, calandrias y canarios anaranjados.
 De tanto en tanto, el hombre y la mujer levantaba la tapa y ponía huevos de reina mora o cardenal en la vasija
-Las alas del hornero, del pájaro mosca y del ave lira no me interesan para nada porque no saben cantar, así que ni me molesto en buscarlos - dijo Carda una tarde.
Mientras, revolvía el líquido espumoso con su cucharón de madera. A veces, probaba el brebaje con la punta de la lengua, se relamía y después, tarareaba. Tarareaba y parecía que un coro de jilgueros cantaba desde su garganta. Un día, de pronto, el marido la hizo callar para preguntarle:
-¿Pensaste qué vamos a hacer con este bicho cuando el zumo esté listo?  
            Pese a que no se destacaba por tener una inteligencia de las más brillantes, el animal se dio cuenta de que estaban hablando de su futuro, así que fue todo orejas y esperó la respuesta, sin dejar de dar vueltas con el pesado collar de madera apretado a su pescuezo.
            -¡Qué sé yo!  Dejarlo aquí, hasta que se muera. O, por ahí, le cortamos la cabeza ¿A quién le importa un burro tonto? –contestó ella con una sonrisa odiosa.
A Onagra, las patas le temblaron. Las cuatro patas le temblaron ¿Ahí, encerrado hasta morirse? ¿Sin volver a su tierra? ¿Y sus viejos amigos? ¿Y su noche querida, allá, en el establo de Nodo tan larga y amplia, toda llena de luna? Otra pregunta más inquietante todavía, asaltó sus pensamientos. ¿Querían cortarle la cabeza?
Por eso, había hecho saltar la olla con sus rodillas delanteras. De rabia, por lo que planeaban para él. Pero, al instante, se asustó.
-¡Uijijijiii! -lloriqueó.
¡Cuando Carda viera que había tirado su licor maravilloso iba a querer matarlo dos veces!
En aquel momento, la olla dejó de girar y se volcó, al sentir el chorro del líquido caliente sobre su cabeza, Onagra alcanzó a correrse hacia un costado.
Se salvó, sin embargo, diez, veinte, cien gotas, le entibiaron el pecho y los antebrazos.
Casi enseguida, empezó a notar aquella sensación de agilidad y ligereza en las patas. Sensación que lo hacía dar saltos incontenibles igual que golpes de viento, saltos y volteretas que lo elevaban liviano como un barrilete. Liviano como todas las plumas de pájaros que Carda había echado en su olla mágica.
No podía dominarse así que brincó, brincó y, de un solo salto, rebasó la línea superior de las paredes. Después de hacer una serie de piruetas con una habilidad que nunca había tenido, volvió a saltar. Volvió a saltar y se vio por encima de las ramas más altas de los árboles; fue cuando se animó y dio aquella voltereta audaz que le hizo escalar el cielo, mientras sentía que su cuerpo se brotaba de plumas. Y entonces, como por arte de magia, voló. Voló con un inútil collar de madera colgando del pescuezo.
                                        OLGA DRENNEN.



FUENTE: http://www.7calderosmagicos.com.ar/Druida/Cuentos/Odrennen/Laollamagica.htm

miércoles, 20 de mayo de 2020

CUENTO: "MÁS CHIQUITO QUE UNA ARVERJA, MÁS GRANDE QUE UNA BALLENA" DE GRACIELA MONTES


                                                    
   Audio: Odira


“Más chiquito que una arveja, más grande que una ballena” de Graciela Montes.

    Había una vez un gato muy grande.
  Tan grande, pero tan grande, que no pasaba por ninguna puerta.
  Tan grande, pero tan grande, que cuando estaba enojado y hacía ¡FFFFF! Se volaban todas las hojas de los árboles.
  Tan grande, pero tan grande, que cuando hacía ¡MIAUUUU! Todos creían que habían llegado los bomberos porque había un incendio.
  Y había también un gato muy chiquito. Tan chiquito, pero tan chiquito, que dormía en una latita de paté y, cuando hacía frío, se tapaba con un boleto capicúa.
  Tan chiquito, pero tan chiquito que, cuando andaba de acá para allá, todos lo confundían con una pelusa.
   Tan chiquito que, para verlo bien, había que mirarlo con microscopio.El Gato Grande era muy famoso en el barrio.
 Todos los vecinos hablaban de él y lo mimaban mucho.
– ¡Qué gato tan hermoso! – decían.
– ¡Los gatos grandes son hermosísimos! – decían.
    El Gato Grande comía mucho.
    A la mañana bien temprano los vecinos le traían cinco palanganas de leche tibia.
    Al mediodía le traían una carretilla de hígado con mermelada (que era su comida favorita).
    A la tardecita le dejaban preparada una bañera de polenta, por si se despertaba con hambre en la mitad de la noche.
  Cuando los vecinos le traían la comida, el Gato Grande sonreía (porque algunos gatos saben sonreír) y se ponía a ronronear.
  Cuando el Gato Grande ronroneaba hacía un RRRRRRRRRRR tan fuerte que todos miraban para arriba porque creían que pasaba un helicóptero por el cielo.
  El Gato Chiquito, en cambio, no era nada famoso. Nadie hablaba de él en el barrio y nadie lo mimaba ni un poquito. (En realidad, al Gato Chiquito casi nadie lo veía siquiera.)
    Al Gato Chiquito nadie le traía comida nunca. Ni a la mañana. Ni al mediodía. Ni a la tardecita.
    Claro que el Gato Chiquito comía muy poco. Con dos gotas de leche tenía bastante. Y una aceituna le duraba una semana. (Al Gato Chiquito le encantaban las aceitunas.)
   Cuando el Gato Chiquito encontraba una aceituna, aunque nadie lo veía, también sonreía. Y, aunque nadie lo escuchaba, también ronroneaba.
    Un día el gato Chiquito salió a dar un paseo.
   Y caminó y caminó por la calle más larga del barrio.
  Tip tap tip tap tip tap, caminaba el Gato Chiquito.
   Y ese mismo día el Gato Grande también quiso salir a dar un paseo.
  Y caminó y caminó por todas las calles, y también por la calle más larga del barrio.
  Top tup top tup top tup, caminaba el Gato Grande.
   El Gato Chiquito y el Gato Grande caminaron y caminaron. Cada vez que el gato Grande caminaba dos cuadras, el Gato Chiquito terminaba una baldosa.
   Y cuando el sol estaba bien alto, pero bien alto, el Gato Grande y el Gato Chiquito se encontraron frente a frente. Los dos en la misma vereda de la calle más larga del barrio.
  El gato Grande hizo ¡FFFFF! Para mostrarle al Gato Chiquito que él era el más fuerte. Hizo ¡FFFFF! Para que el Gato Chiquito lo dejase pasar primero.
  Pero el Gato Chiquito no se movió de su baldosa. Ni un poquito.
  Entonces el gato Grande hizo ¡FFFFFFFF! (Fue un ¡FFFFF! muy fuerte.)
  Y el Gato Chiquito rodó como una pelusa hasta el cordón de la vereda.
  Y se cayó en charquito tan hondo pero tan hondo que casi se ahoga.
  Pero no se ahogó.
 Nadó hasta la orilla del charco y se trepó de nuevo al cordón. (El Gato Chiquito era chiquito, ¡pero valiente!)
  Se subió de un salto a un adoquín que había por ahí y él también hizo ¡fffff! (fue un ¡fffff! muy chiquito). El Gato Chiquito hizo ¡fffff! porque él también estaba enojado.
 Y ahí se quedaron los dos, frente a frente.
 Al Gato Grande, el Gato Chiquito le parecía más chiquito que una arveja.
 Al Gato Chiquito, el Gato Grande le parecía más grande que una ballena.
 Entonces el Gato Grande se enojó muchísimo más. Se enojó como sólo pueden        enojarse los gatos grandes.
 Estiró una pata y sacó las uñas. (Tenía unas uñas filosas como espadas filosas.)
 Y ¡zas! Le dio un zarpazo al Gato Chiquito.
  Pero el Gato Chiquito no tuvo miedo.
De un salto se subió a la pata del Gato Grande y le tiró con mucha fuerza de los       pelos cortitos que le crecían justo al lado de las uñas filosas. (A los gatos les duele muchísimo cuando les tiran de los pelos cortitos, sobre todo si son los que crecen al lado de las uñas filosas)
 Miauuuu – maulló el Gato Grande.
Y fue un MIAUUUU tan fuerte que trescientos cincuenta y dos vecinos vinieron a ver qué pasaba. Los trescientos cincuenta y dos vecinos se pusieron en ronda a mirar.
Todos miraban con ojos redondos, pero nadie entendía nada de nada.
Todos veían al Gato Grande, que se revolcaba por el suelo y maullaba y maullaba y maullaba.
Pero nadie veía al Gato Chiquito, que estaba bien escondido entre los pelos del Gato Grande.
Y corría por el lomo… de la cabeza a la cola… de la cola a la cabeza… y se trepaba a una oreja… y se hamacaba en los bigotes… y le hacía cosquillas en la nariz y… AACHUS – estornudó el Gato Grande.
Y los trescientos cincuenta y dos vecinos que miraban con ojos redondos salieron volando por el aire como barriletes.
Todos menos el Gato Chiquito, que estaba bien agarrado del bigote más gordo del Gato Grande y resistió el estornudo.
Los trescientos cincuenta y dos vecinos fueron volviendo, poco a poco.
Ya no tenían los ojos redondos.
Ahora tenían las cejas fruncidas. Estaban bastante enojados.
Se habían dado cuenta de que no le gustaba salir volando por el aire como barriletes.
Tampoco les gustaba tener que oír un MIAUUU más fuerte que la sirena de los bomberos. Empezaron a protestar.
– ¡Este gato está demasiado grande! – decían.
– ¡Los gatos tan grandes son muy molestos! – decían.
Y después todos juntos dijeron:
– ¡Ufa!
Y el Gato Grande le dio vergüenza y se puso colorado (porque algunos gatos se ponen colorados). Entonces el Gato Chiquito se bajó de un salto del bigote del Gato Grande y se empezó a pasear por la vereda. Iba y venía. Y daba otro saltito.
– ¡Oia! ¡Un gato chiquito! – dijeron todos.
– ¡Más chiquito que una arveja! – dijeron.
– ¡Los gatos chiquitos son hermosísimos! – dijeron.
  Y desde ese día, en el barrio, los gatos famosos son dos: el Gato Grande y el Gato Chiquito. Claro que las cosas cambiaron un poco.
Los vecinos ya no le dan tanta comida al Gato Grande. Nada más que tres palanganas de leche tibia y media carretilla de hígado con mermelada.
Al Gato Chiquito, en cambio, le llevan dos pedacitos de hígado, tres aceitunas y un dedal de leche cada mañana.
Parece ser que ahora el Gato Grande está bastante menos grande. Cuando hace ¡FFFF! Ya no tira más que diez o doce hojas de los árboles.
Y parece que el Gato Chiquito está empezando a crecer.
Me dijeron que últimamente ya no entra en la latita de paté; se va a tener que mudar a una lata de duraznos en almíbar.
(Lo que no sé es si querrá regalarme el boleto capicúa cuando ya no lo use más de frazada.)

Nota de la Autora al final del libro:

“A este cuento lo quiero por dos razones: porque es un cuento de gatos y porque, además, es un cuento de lo grande-grande y de lo chiquito-chiquito.
No sé por qué será pero a mí me encanta meter gatos adentro de mis cuentos: tengo gatos que juegan al truco, que viven adentro de un bolsillo, que miran, que sonríen, que critican…Creo que los gatos son hermosos, misteriosos y sabios.
También me gustan las cosas grandes, muy grandes, y las cosas chiquitas, muy chiquitas: las cosas que crecen y siguen creciendo y las cosas que se achican y casi desaparecen. Adentro de mis cuentos hay gigantes que juegan a las bolitas con naranjas y también hay odos que juegan al fútbol con arvejas.
Además, yo sé que cuando lo grande-grande y lo chiquito-chiquito se encuentran suceden cosas extraordinarias, fantásticas y terribles. Y ésas son las cosas de las que quiero hablar en mis cuentos.”

                                                                    Graciela Montes 

Cuento extraído de https://udlerlorena.wordpress.com/2020/04/22/habia-una-vez-una-casa-de-graciela-montes/

martes, 19 de mayo de 2020

CUENTO:"UN BARCO MUY PIRATA" DE GUSTAVO ROLDÁN"


Te invito a escuchar :"Un barco muy pirata"

   La pulga, el piojo, el bicho colorado, la hormiga negra, el cascarudo, la vaquita de San Antonio, la pequeña langosta verde, la hormiga colorada el ratoncito van a correr mundo. Tienen unas ganas tremendas de conocer tierras lejanas y saber cuáles son las tres cosas por las que vale la pena vivir.







PUEDES VOLVER A LEERLO AQUÍ:



   Voces del Audio: Catalina Rodriguez, Georgina Paspagnoli, Soni Saracho, Ana Laura Jayat, Nicolás Araoz, Rubén Lizondo, Fabián Arce y Joaquin Acevedo.

Cuento : ROLDÁN GUSTAVO: "Un barco muy pirata", Coleción Bicho Bolita, Comuicarte, 2007

viernes, 15 de mayo de 2020

CUENTO: "FLORI, ATAÚLFO Y EL DRAGÓN". DE EMA WOLF


BIOGRAFÍA DE EMA WOLF:

Ema Wolf nació el 4 de mayo de 1948 en Carapachay, un barrio de los alrededores de la ciudad de Buenos Aires.
Cursó la escuela media en la Capital Federal y se licenció en Lenguas y Literaturas Modernas en la Universidad Nacional de Buenos Aires. En 1974 realizó investigaciones sobre la estética del kitsch en la narrativa popular y en los medios masivos de comunicación para el Instituto de Literatura Argentina de la Facultad de Filosofía y Letras, trabajo que completó con un curso dictado en la Universidad de Bahía Blanca y una publicación sobre la novela de folletín para el Centro Editor de América Latina.
A partir de 1975 trabajó en forma continuada como redactora en distintos medios periodísticos y house organs. En 1977 realizó investigaciones para el libro Ortiz, la Argentina opulenta, de Félix Luna.
Al mismo tiempo, casi como hobby, comenzó a escribir historias para niños. Las primeras aparecieron en la revista Anteojito en el verano de 1975-76.
En la década del 80, a partir de su vinculación con la revista Humi (Humor infantil), se volcó al campo de las lecturas para los niños. Desde entonces no ha cesado de participar en él, principalmente como autora de ficción.
Su primer libro de historias, Barbanegra y los buñuelos, fue publicado por la editorial Kapelusz en 1984. Éste y todos sus trabajos posteriores están hoy en circulación aunque no necesariamente en su sello original. Eso significa más de cuarenta títulos propios y numerosos cuentos -el género que más ha frecuentado- incluidos en antologías.
La literatura de Ema Wolf renuncia a toda pretensión didáctica y recupera el placer como la motivación principal del acto de leer. El humor, casi surrealista, es un rasgo constante en sus trabajos.
Es usual encontrar sus historias de ficción y sus opiniones reproducidas en revistas especializadas, suplementos culturales, textos escolares, revistas para adultos y niños, y publicaciones institucionales de la Argentina y el extranjero vinculadas con la infancia. Entre 1996 y 2001 colaboró con una columna para adultos en el suplemento dominical del diario La Nación. También publicó dos cuentos para adultos en el Suplemento de Verano del diario Página 12.
Participó en la fundación de ALIJA (Sección Argentina del IBBY) e integró la redacción inicial de la revista La Mancha - Papeles de Literatura Infantil y Juvenil. Regularmente participa como jurado en concursos de literatura, visita escuelas promoviendo la lectura y dando conferencias en su país y en el exterior.
Varios de sus libros han sido traducidos. Sus editores actuales en la Argentina son Aique-Larousse, Alfaguara, Colihue, Norma y Sudamericana-Random House.

jueves, 14 de mayo de 2020

CUENTO "LA FLOR DEL CEIBO" DE ANA MARÍA SHUA

ESCHUCHÁ ESTA HERMOSA LEYENDA LEÍDA POR LA MISMA AUTORA:

BIOGRAFÍA DE ANA MARÍA SHUA:

Nació en Buenos Aires en junio de 1950. Es Maestra Normal Nacional y Profesora en Filosofía y Ciencias de la Educación.
A lo largo de sus 28 años de experiencia como docente, numerosas fueron las actividades que realizó en relación con el libro y la literatura. Desde el año 1985 organiza talleres literarios para niños, jóvenes, adultos y docentes promocionando la lectura y el libro en provincia de Bs. As. y Capital Federal.
Desarrolla además talleres de lectura y escritura en espacios no convencionales como cárceles y comunidades de recuperación para jóvenes droga dependientes en la provincia de Bs. As.
Como autora participa activamente en cada edición de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires desde el año 1992.
Durante el año 2005 coordinó un taller sobre Folclore y cuento popular dirigido a docentes de Nivel Inicial.
Ha participado en paneles junto a otros escritores argentinos de Literatura Infantil como Graciela Montes, Laura Devetach y Gustavo Roldán.
Colaboró con las revistas infantiles Anteojito, AZ diez y Billiken.
En Junio de 2005 fue invitada como panelista a las Jornadas del Grupo Jitanjáfora dependiente de la Universidad de Mar del Plata .
Actualmente continúa con su actividad literaria realizando encuentros con alumnos de Buenos Aires y del interior del país tal como lo viene haciendo desde 1994.
Colabora con la revista de Educación Inicial "Punto de Partida" (premio Pregonero 2005).

 OBRAS

  • Historias de no creer (cuentos). Edit. Libros del Quirquincho. Bs. As.1991.
  • El Señor Medina (cuento). Edit. Colihue. Bs.As.1991.
  • Relatos relocos (cuentos). Edit. Libros del Quirquincho. Bs.As. 1992.
  • La casa del árbol (cuento). Edit. Colihue. Bs.As. Ed.1993.
  • Manos brujas (cuentos). Edit. Quipu. Bs.As. 1995.
  • Aire de familia (crónicas). Edit. Colihue. Bs.As. 1995.
  • La nena de las estampitas (cuentos). Edit. Colihue. Bs.As. 1996.
  • Contando ando (cuentos). Edit. Plus Ultra. Bs.As. 1997.
  • Hércules (versión). Edit. AZ. Bs.As.1997.
  • Sacá la lengua. (cuentos). Edit. El Ateneo. Bs. As. 1999.
  • Frankenstein (versión). Edit. AZ. Bs. As. 2000.
  • Cuentos populares de aquí y de allá. (cuentos). Edit. Estrada. Bs.As. 2004
  • Los viejitos de la casa (cuento). Edit. Edebé. Bs. As. 2004.  
    Relatos mitológicos. Edit. Guadal. Bs.As. 2005.
  • Mitos y leyendas de la Argentina. Edit. Estrada. Colección Azulejos. Bs.As., 2005.
  • Llaves (cuentos). Ed. Edebé. Colección Flecos de Sol (en prensa)
    FUENTE:  http://www.7calderosmagicos.com.ar
 

miércoles, 13 de mayo de 2020

CUENTO: "HAIKU" DE IRIS RIVERA.

Audio Gimna Crena

BIOGRAFÍA DE IRIS RIVERA:

 Nació el 06/06/1950. Es maestra y profesora en Filosofía y Ciencias de la Educación. Trabajó como docente en escuelas públicas durante 25 años. Se desempeñó como mediadora en hogares de niños, ancianos, jóvenes en recuperación por drogadependencia y cárceles. Habitualmente visita escuelas del país donde realiza encuentros con alumnos como autora y talleres con docentes como mediadora. Coordina talleres literarios de lectura, escritura y reflexión, dirigidos a adultos. Participa como conferencista y panelista en Jornadas y Congresos de la especialidad. Por su trabajo como especialista en LIJ recibió el premio Pregonero 2011 otorgado por la Fundación El Libro. También, el premio Hormiguita Viajera 2013 como Maestra Latinoamericana de LIJ otorgado por la Biblioteca Madre Teresa de Calcuta. Como autora, varios de sus libros recibieron premios. Entre ellos: Quién soy (en colaboración), Llaves, El cazador de incendios, ¿Dale?, Bicho hambriento y Haiku.    

FUENTE: https://www.fundacionkonex.org/b4676-iris-rivera.

CUENTO:"EL ESQUELETO DE LA BIBLIOTECA" DE SILVIA SCHUJER.

Narradora:  Lidia Barei



LIBRO COMPLETO:

martes, 12 de mayo de 2020

HOY: "CUENTO CON OGRO Y PRINCESA" DE RICARDO MARIÑO



BIOGRAFÍA DEL AUTOR:

Nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires. Es escritor y periodista. Ha colaborado en publicaciones infantiles como Billiken, Humi, y AZ Diez y en los suplementos dominicales de los diarios Clarín y Página/12. Anteriormente se desempeñó como periodista de la agencia de noticias DAN y guionista de programas infantiles de TV, así como director de la revista literaria Mascaró entre 1985 y 1988. Fue tallerista de la Dirección Nacional del Libro (Secretaría de Cultura de la Nación) entre 1987 y 1989. También fue jurado de varios premios. Algunas de las distinciones que ha recibido su obra son Primer Premio Casa de las Américas 1988, por Cuentos Ridículos; mención en el concurso literario Editorial Susaeta, 1987 por el cuento "El árbol de las varitas mágicas"; Recomendación de IBBY internacional para la publicación de Cuentos ridículos y El sapo más lindo del mundo, 1990. Premio Konex 1994 en reconocimiento al trabajo en literatura infantil en la década 84-94: finalista del Concurso Latinoamericano de Literatura Juvenil de Fundalectura y Editorial Norma de Colombia, 1996; recomendación de Fundalectura (Colombia) por Cuentos espantosos, 1996. Su libro de cuentos para adultos Silbidos en el cielo obtuvo el Segundo Premio Municipal.

CUENTO: "MERLINA Y EL DRAGÓN". DE OLGA DRENNEN.


Audio: Bárbara Caleron


BIOGRAFÍA: 

Nació  en San Martín provincia de Buenos Aires.
Es docente, poeta, ensayista, editora y autora de libros de literatura infantil y juvenil. Jurado de Alija, del Fondo Nacional de las Artes, de los Premios Nacionales de Literatura Infantil de la Secretaria de Cultura de Presidencia de la Nación, del Premio Fantasía Infantil, entre otros. Participó como exponente en distintos congresos nacionales e internacionales. Ha obtenido distintos premios por sus obras. Colaboró distintos medios de nuestro país. Participó en numerosas antologías. Tradujo La carta robada de Edgar Allan Poe.
En la actualidad, se desempeña como editora en una acreditada editorial dedicada a publicar material para docentes.

Sus obras :

Poesías:

  • "Transparencias", 1980, Ed. Xiclo, Bs. As.                                   
  • "Cristales en fuga", 1982, Ed. Xiclo, Bs. As.
  • "Fiesta Brava", 1990, Ed. Filofalsía, Bs. As.
  • "Las caras de la luna", 1993, Ed. Papeles de Coughlan, Bs. As.

LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL:                           

  • "Azul y la mariposa", El conejo que quería volar", "La ardillita amistosa",Los gatos paseanderos", "El cumpleaños de Tolón", "El pececito dorado" y “Relmú" en la Colección “Cuentos para mis hijos”, Ed. Bureau de Promotion, 1981, Bs. As.
  • "Wunderding y otros escalofríos", cuentos, Coquena, Grupo Editor, Libros del Quirquincho, 1990, Bs. As.
  • "Sombras y Temblores" cuentos, Ed. Quipu, 1993, Bs. As.
  • "Leyendas que eran y son" Ed. El Ateneo, 1996, Bs. As.
  • "Asesinatos en la escuela del perro" novela, Coquena, Grupo Editor, Libros del Quirquincho, 1990, Bs. As.
  • “Las cosas del crecer”, cuentos. Plan de Lectura de Libros del Quirquincho.
  • “Casi me muero”, cuentos. Plan de Lectura de Libros del Quirquincho.
  • "Pelos de alambre", cuentos. Plan de Lectura de Libros del Quirquincho,
  • “Cuando duerme Margarita”, cuentos. Plan de Lectura de Libros del Quirquincho,
  • "A dormir", cuentos. Plan de Lectura de Libros del Quirquincho,
  • “Los Chirinfinfacos”, poesías, Plan de Lectura de Libros del Quirquincho, entre otros.
  • “La mancha a la altura del tercer botón” cuentos, Ed. Estelar, 1998.
  • “Anverso y reverso”, poesías, Ed. Estelar, 1998.
  • “Señora de los mares”, cuentos, Ed. Estelar, 1999.
  • "Nadie lo puede negar", cuentos, Ed. El Ateneo, 1999, Bs. As.
  • “El plato con las hojas”, cuentos, Ed. Estelar, 2000.
  • “Quiero un resfrío”, cuentos, Ed. Estelar, 2004. Entre otros.
  • "Las palabras cuerpo a cuerpo" ensayo escrito en colaboración con Graciela Perriconi, 1993, Ed. Magisterio del Río de la Plata, Bs. As.    

TEXTOS:

  • "Los que juegan con nosotros", libro de lectura para tercer grado, Ed. Magisterio del Río de la Plata, Bs. As. 1994.
  • "Las palabras que viajan" Libro de lectura comprensiva, Ed. Magisterio del Río de la  Plata, Bs. As,1995.
  • “Sombreritos” 1, 2 y 3 a cargo de la adaptación de cuentos maravillosos de los hermanos Grimm, editorial a-Z, 2003.

ANTOLOGÍAS:
Poesía

  • “Tiempo de poesía”, 1985, Buenos Aires, Ediciones del alto sol.
  • “Antología poética”, 1988, Buenos Aires, Ediciones Poesía Abierta (Viejo Almacén)
  • “Antología poética”, 1990, Buenos Aires, Ediciones Poesía Abierta (Viejo Almacén)
  • Antología poética”, 1992, Buenos Aires, Ediciones Poesía Abierta (Viejo Almacén)
  • “IV". Encuentro Nacional de Escritores”, 1992, Municipalidad de Luján de Cuyo, Mendoza.
  • “VI Encuentro Nacional de Escritores”, 1994, Municipalidad de Luján de Cuyo, Mendoza.
  • “Antología del Empedrado II”, 1997, Libros del Empedrado.
  • “Volar en barrilete”, 1997, Ed. Desde la gente. Entre otros.

    FUENTE: http://www.7calderosmagicos.com.ar