lunes, 31 de mayo de 2021

CUENTO: " EL SEÑOR LANARI" DE EMA WOLF

 "El señor Lanari", de Ema Wolf 




"A las 9 de la mañana del domingo el señor Lanari empezó a destejerse.

Y fue así:

Como todos los días, antes de salir de su casa, se despidió de su perro Firulí con un abrazo y un beso en el cachete.

Pero esta vez -¡oh!- una hebra de su gorro de lana quedó atrapada entre las mandíbulas de Firulí. Ninguno de los dos se dio cuenta. 

El señor Lanari cruzó el jardín y llegó a la vereda.

Como Firulí rara vez se molestaba en abrir la boca, la hebra de lana tampoco zafó de entre sus dientes. 

¡ Y fue ahí justamente cuando el señor Lanari empezó a destejerse !

Por suerte era domingo.

A medida que se alejaba de su casa, el destejido avanzaba.

Camina que te camina.

Desteje que te desteje.

Detrás de él iba quedando un tallarín de lana de colores cambiantes.

El señor Lanari se sentía cada vez más disminuido: cuando paró en la esquina de la confitería para comprar merengues ya se había destejido todo por arriba. 

Encima del bolsillo del chaleco ¡no había nada!

Y así siguió.

Punto por punto, paso a paso, el destejido avanzó hasta la cintura. 

Y más.

Y más abajo.

Por suerte era domingo, porque todos los domingos iba a visitar a su abuela.

Cuando llegó a la puerta de la casa de su abuela, en el lugar donde debía estar el señor Lanari solo quedaban las medias que también habían empezado a destejerse. 

Cuando la abuela lo vio dijo: “¡Pero qué barbaridad!”

Entonces agarró un par de agujas, ensartó los puntos sueltos de las medias y desde allí empezó a tejerlo de nuevo.

Todo.

Completo.

Tejió al señor Lanari de pies a cabeza.

Cuando llegó al gorro, naturalmente apareció Firulí con la punta de la hebra todavía en la boca.

Sólo la abrió cuando los tres se sentaron a comer merengues."



De "Los imposibles" 

Ilustración de Catalina Juarros, 

trabajo de cátedra UBA/FADU

viernes, 28 de mayo de 2021

CUENTO EL PATIO ALEGRE DE OLGA DRENNEN


Ximena y su mamá vivían en un departamento chico, más chico que una cáscara de nuez. Al lado, había una veterinaria, y en la veterinaria, un cachorro de color chocolate que movía la cola cada vez que la nena entraba en el negocio. Ximena lo llamaba Bombón.


—Qué nombre más raro le pusiste —dijo la madre.


—Es que parece un bombón de esos que hay en el quiosco de la esquina —contestó la hija—. Ma, ¿no me lo comprarías?


—Imposible, hija, el reglamento del edificio no lo permite —contestó la madre, y dio el tema por terminado.


Un día, la señora le dio una noticia.


—Nos mudamos —dijo con una gran sonrisa.


Y Ximena pensó en Bombón. Ya no podrían verse todos los días. Pero como su mamá parecía tan contenta, no dijo nada.


El día de la mudanza, la nena y el cachorro se miraron con tristeza.


—Vamos, hija —dijo la mamá—, no me hagas perder tiempo que tenemos que acomodar las cosas.


A Xime le gustó la casa nueva. Tenía mucho sol y un gran patio.


—Pero está triste —dijo.


—¡Ja, ja! ¡Qué ocurrencia! —se rió la madre.


Después, mientras ordenaba los útiles de la escuela, a la nena se le ocurrió una idea.


—¿Cuándo vienen los pintores? —preguntó.


—Mañana.


—Entonces, ¿puedo dibujar en las paredes del patio?


En cuanto la mamá le dijo que sí, Ximena salió y con tizas de colores, dibujó una casa, un bombón de chocolate y dos corazones. Al día siguiente, cuando volvió del colegio, fue al patio a jugar con sus tizas. Allí, la esperaba una sorpresa.


—Bombón —gritó mientras abrazaba al cachorro.


—¿Alguien quiere darme un beso? —preguntó la madre con una sonrisa.


—Yo, mami, muchas gracias. Ahora, sí que el patio está alegre —dijo Ximena.


Y, aunque parezca imposible, en ese momento, de la chimenea de la casa que había dibujado, salió un humo dorado. Un humo que subió suave, ligero, con la alegría de las pompas de jabón.



                                                                                FIN








jueves, 27 de mayo de 2021

CUENTO: "PALABRAS DE COLORES " DE OLGA DRENNEN

Una tarde, Nara, una chica que hablaba en idioma anaranjado fue a la plaza del país Transparente.


Allí, conoció a Vivi, que hablaba en violeta y a Omar, que hablaba en amarillo.


–No los entiendo. Digan algo en transparente –pidió el guardián de la plaza.


Entonces, Vivi dijo “amistad” que sonó como una ciruela. Nara la imitó y su palabra se oyó más anaranjada que una calabaza. Omar también dijo “amistad” que repiqueteó amarilla como el oro.


–Silencio –dijo el señor.


Nara, Vivi y Omar querían divertirse. Así que fueron a la calesita.


Al entrar, tropezaron con Azul, que decía frases azules como jazmín del cielo.


–No los entiendo. Digan algo en transparente –pidió el dueño de la calesita.


Los chicos, que no querían olvidar las palabras que les habían enseñado sus familias, contestaron cada uno en su idioma.


–Silencio –dijo el señor no bien los escuchó. Y cerró la calesita.


Entonces, Nara y sus tres amigos volvieron a la plaza. Desde allí, vieron a tres chicos que los miraban en la esquina de enfrente.


Eran una nena que hablaba en lengua verde, un varón que decía cosas en violeta oscuro y otro que conversaba en idioma rojo. Ellos tampoco podían hablar con la gente del lugar.


Como era imposible conversar porque los transparentes no los dejaban, los siete empezaron a cantar.


Mientras cantaban, pasó algo que sorprendió a todos. Las palabras de la canción formaron un puente pintado con distintos colores. Un puente como un arcoíris que unió las dos veredas. Allí subieron los chicos a jugar y a conocerse. Al rato, el dueño de la calesita, el guardián de la plaza y muchos más fueron al puente para formar una ronda.


Desde ese día, en cada puerta del país Transparente, hay un cartel que tiene escritas dos frases, una dice Bienvenidos y la otra, La amistad es el idioma universal.









                                                                                    FIN


Olga Drennen . Visto y leído en Chapuzón: Libro de Prácticas del lenguaje y Matemática 2 © Santillana S.A.


miércoles, 26 de mayo de 2021

 La historia del Cabildo de Buenos Aires


El edificio emblemático de la Revolución de Mayo no es el mismo que conocemos hasta ahora, fue sufriendo modificaciones a lo largo de los años. En esta nota te contamos su historia.



Las colonias estaban gobernadas por cabildos, que era la institución donde los vecinos se encargaban de la administración y el gobierno, y atendían a las necesidades más urgentes de los habitantes. Cuando se producía un hecho extraordinario, una emergencia o un desastre, se convocaba a una reunión de vecinos notables, para decidir un curso de acción. En lo esencial funcionaba como una asamblea, cuyas autoridades se elegían por medio del voto, aunque solo tenían derecho a ejercerlo aquellos que eran propietarios, residían en el lugar y pagaban impuestos. Contaba con distintos cargos como alcalde, regidor, alguacil y alférez, que eran elegidos y dependían del virrey.


El Cabildo de Buenos Aires fue construido en 1580 y fue sufriendo de diferentes modificaciones a lo largo de la historia. Al comienzo tenía paredes de adobe, techo de paja y dos habitaciones: una sala de reuniones y una cárcel. Luego se fueron agregando tejas al techo, se construyó un balcón y torres de madera y barro.

En el año 1725 se demolió porque se encontraba en pésimas condiciones, y años más tarde se edificó el modelo de Cabildo que conocemos hasta el día de hoy. En 1748 se terminó la construcción del primer piso de la institución, y en 1773 se levantó la torre.



Para 1821 el Cabildo se transformó en un centro administrativo por casi 60 años, luego se achicó para dar paso a nuevas calles y avenidas del centro porteño. En 1894 se eliminaron tres arcos del ala norte, para la construcción de la Avenida de Mayo, y en 1931 sucedió lo mismo con el ala sur, para que surja la Avenida Julio A. Roca. Actualmente es un museo donde muestra elementos de la Revolución de Mayo.

martes, 25 de mayo de 2021

25 DE MAYO DÍA DE LA PATRIA

 POESÍA DEL 25 DE MAYO DE 1810


1810 fue hace tanto

pero tanto tiempo que…

en vez de sacarse fotos,

se dibujaban retratos.

Para llegar a otro lado a pie, a caballo o en carreta,

se tardaba un largo rato




Tanto tiempo que…

no existían las zapatillas,

los chicos corrían en zapatos.

Si llovía, no había paraguas,

¡y las calles se llenaban de barro!

No había un kiosco en una esquina

y el alfeñique casero, ¡era la única golosina!




Eran épocas lejanas,

tanto tanto que mi abuelo,

las estudió de un libro de historia

como ahora yo lo leo.

Pero aunque el tiempo pase,

merece una celebración

el camino hacia nuestra independencia,

¡semana de la revolución!





Publicada en La Valijita #163 con texto de Mariana Weschler e ilustraciones de Silvana Benaghi.





viernes, 21 de mayo de 2021

CUENTO: "UN DESTELLO EN LA PENUNMBRA" DE IRIS RIVERA

UN DESTELLO EN LA PENUMBRA




¡Uf! Me la paso leyendo historias de miedo que te ponen los pelos de punta. Antes ni las entendía porque vienen con palabras más raras... ¡Uf! Para decir "casa", nunca dicen "casa"... dicen "lúgubre mansión". Para decir "una viejita", dicen "una anciana decrépita". Para decir "lombriz", dicen "gusano viscoso”. Todo así. Hay rostros que se transfiguran, hay manos esqueléticas, uñas curvas y por todos lados aparecen luces fantasmales, cuchillos que destellan y siluetas siniestras que se deslizan.


¡Yo qué sé! De tanto leer historias de miedo, al final me fui poniendo práctica con las palabras y justo a mí me tiene que pasar lo de la tía.


Es una tía de mi mamá que se vino a mi casa porque andaba un poco enferma. Yo ni la conocía, pero le tuve que dar el beso y ¡ffffs! la cara era huesuda. Para colmo habla poco y tiene uno ojos ¡de verdes! Como eléctricos.


Yo la empecé a vigilar.


Vi que a la noche sacaba un frasco y se tomaba 30 gotas después de comer. Desconfié más.


A la mañana se levantaba amarilla y descompuesta y no se entendía por qué, con lo poco que comía.


Había que tratarla como si se fuera a romper. Se reía para un costado, justo del lado donde tenía el diente negro.


Aplastaba el zapallo hervido, le daba algún mordisco al pollo, apenas probaba la compota.


—¡Ay, ese hígado! —decía mi mamá y la tía arqueaba las cejas, estudiándonos con sus ojos eléctricos. Después se iba a su cuarto sin mirar para atrás.


—¡No tomó las gotas! —decía yo, pero ella no se daba vuelta.


—Cada vez más sorda, pobre... —decía mi mamá—. Lleváselas al dormitorio.


¿Yo? Ni loca entraba ahí. La alcanzaba en el pasillo.


—¡Ah! ...mis gotitas —decía ella y el rostro se le transfiguraba. Era una mueca horrenda que me hacía transpirar. El diente negro me daba espanto.


Y no me podía dormir.


Una noche oí deslizarse pasos hacia la cocina. Eran sus pasos, inconfundibles. Un ruido apagado de puerta que se abre. Pero ¿cuál?... Distinguí una claridad tenue. Me senté en la cama. ¿De dónde venía esa luz? Oí el roce de un cajón al abrirse. Otros ruidos que no reconocía. Yo apretaba la sábana con las manos frías. Después, los pasos que volvieron. Y silencio.


A la mañana siguiente, la tía más descompuesta, más pálida, más amarilla.


—¡Si no come nada! —decía mi mamá.


—¡Ajá! —decía mi papá.


—¡Ajmm! —decía el doctor.


La tía cenaba un caldito, tomaba las gotas y vuelta a la cama. Cada vez más flaca. La cara hundida. Las ojeras.


Nos íbamos a acostar y, al rato, las pisadas, la luz, los ruidos, el silencio.


Durante varias noches pasó lo mismo y, a la mañana, la tía más enferma.


Tuve que juntar mucho coraje para espiar, pero lo hice. Sí que lo hice. Esperé a oírla deslizarse por el pasillo de la lúgubre mansión y me levanté.


Me temblaban las rodillas.


Sus pasos llegaron a la cocina. Yo me pegué a la puerta entreabierta y vi cómo su mano de espectro abrió la heladera. El sitio se iluminó apenas. Claridad fantasmal. Vi los respaldos de las sillas, la panera sobre la mesa y la silueta de la anciana decrépita que sacó de la heladera un envoltorio de bordes rectos. Mi estómago era un revoltijo de gusanos viscosos.


Transparente como una aparición, ella deslizó su mano huesuda por la mesada y abrió el primer cajón. La mano entró y salió. Empuñaba un cuchillo que destelló en la penumbra. Me tapé la boca con las dos manos. Mi sangre se helaba. La silueta siniestra giró, cuchillo en mano, hacia la mesa. Con sus dedos esqueléticos de uñas curvas desenvolvió lentamente el paquete, levantó el cuchillo en dirección a la panera... y se puso a comer pan con manteca hasta las tres de la mañana.


—¡Así no hay hígado que aguante! —dijo mi mamá cuando le conté.


FIN



jueves, 20 de mayo de 2021

POEMA: "LAS HORMIGAS CANTORAS" DE LAURA DEVETACH

LAS HORMIGAS CANTORAS





CON EL LÁPIZ DE LAS PATAS

CON SU PÉTALO

SU MÁSTIL

LAS HORMIGAS HACEN MAPAS.

VIENE EL VIENTO

SE LOS BARRE.

VIENE EL AGUA

SE LOS BORRA.

Chimichurri chimichurri

CANTAN CANTAN

quémeimporta quémeimporta

PATA CON PATA CON PATA

UNA

TRAS

O

TR

A,

DES PA RRA MA DAS

DES PA TA RRA DAS

CAN

TAN

Y CAN

TAN

Y CAN

TAN.





miércoles, 19 de mayo de 2021

POESÍA: LAS BARBAS DE OLGA DRENNEN

LAS BARBAS




¡QUÉ MIEDO ME DAN LAS BARBAS

TODAS LLENAS DE PELITOS!

LOS BESOS PARECEN PÚAS

QUE PICAN MÁS QUE MOSQUITOS.

MUCHOS SEÑORES PARECE

QUE USAN EN LA CARA, HEBILLAS

Y CADA VEZ QUE LOS VEO

SE ME DOBLAN LAS RODILLAS.

TENGO LA BOCA DESNUDA,

COMO MI PECHO Y LOS PIES,

EL QUE SE DEJA LA BARBA

TIENE LA CARA AL REVÉS.

❤◕‿◕❤

En: ¡Abajo los miedos! Texto: Olga Drennen. Ilustraciones: Ana Sanfelippo. Editorial: Quipu - Buenos Aires, Argentina. 


martes, 18 de mayo de 2021

POESÍAS SOBRE LA ESCARAPELA

Poema A la Escarapela

Te llevamos en el pecho

como una ofrenda sagrada,

señal de nuestro respeto

¡escarapela de mi patria!


Eres un símbolo patrio,

representas mi nación,

de color celeste y blanco,

emblema de distinción.


Respeto a la escarapela,

recuerdo también la historia,

es junto a nuestra bandera

señal de nuestra victoria.


La llevo con entusiasmo,

me siento muy orgulloso,

está cerca del corazón

prendida del guardapolvo.


Arjona Delia





La Escarapela


Plaza Victoria,

en tu recinto

nació la rosa

del año diez

Tus jardineros

French y Berutti,

en sus sombreros

la hicieron ver.

La escarapela,

la escarapela,

la escarapela

del año diez,

hoy ha crecido,

hoy es inmensa,

hoy de mi Patria,

bandera es.

Celeste y blanca,

la más hermosa,

nació la rosa

que Mayo dio.

Luce en el ala

de los sombreros,

luce del lado del corazón.

La escarapela,

la escarapela

la escarapela

del año diez,

hoy ha crecido,

hoy es inmensa,

hoy de mi Patria,

bandera es.

Todos lo años

retorna en Mayo

como un milagro

de nuestro amor

y nos recuerda

la Patria hermosa

y nos evoca la tradición.

La escarapela,

la escarapela,

la escarapela

del año diez,

hoy ha crecido,

hoy es inmensa,

hoy de mi Patria

bandera es.


Micaela y Rodolfo Sastre

lunes, 17 de mayo de 2021

18 DE MAYO DÍA DE LA ESCARAPELA ARGENTINA

 

 



El origen de los colores de la escarapela y las razones por las que fueron elegidos para simbolizar a la Patria no pueden establecerse con precisión.


Entre muchas versiones, una afirma que los colores blanco y celeste fueron adoptados por primera vez durante las invasiones inglesas (1806-1807) por los Patricios, el primer cuerpo de milicia urbana del Río de la Plata y que luego empezaron a popularizarse entre los nativos. Se dice también que la escarapela argentina fue utilizada por primera vez por un grupo de damas de Buenos Aires al presentarse a una entrevista con el entonces coronel Cornelio de Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, el 19 de mayo de 1810.


Una comisión oficial nombrada en 1933, explica que French, que para esa época contaba con 16 años, refirió a Mitre el acto de cintas el 25 de mayo, sin hacer mención de que esos colores eran divisa de dama y caballeros. Otra fuente de Mitre, militar, recordaba, que su jefe de 1810, había distribuido cintas entre el grupo a que pertenecía, pero no advirtió que tales colores ya eran usados como una tendencia.


El 25 de mayo de 1810 se difundió -entre los patriotas- el uso de la escarapela nacional. No apareció la decisión de usar esos colores como iniciativa de una determinada persona, sino como el producto de una actitud espontánea, adoptada sin previo acuerdo ni deliberaciones.


El 23 de marzo de 1811 la escarapela fue usada como distintivo de los opositores a la mayoría de la Junta.


A fines de 1811, aumentaron los ataques españoles contra las costas del Paraná ordenadas por el gobernador español de Montevideo, Pascual Vigodet. Frente a esto el Triunvirato encargó el 24 de enero de 1812 a Manuel Belgrano partir hacia Rosario con un cuerpo de ejército. El general Belgrano logró controlar las agresiones españolas e instalar una batería (una especie de fuerte militar) en las barrancas del Paraná, a la que llamó Libertad. A Belgrano le pareció absurdo que sus soldados siguieran usando distintivos españoles por lo que solicitó y obtuvo permiso para que sus soldados usaran una escarapela. Por decreto del 18 de febrero de 1812, el Triunvirato creaba, según el diseño propuesto por Belgrano, una "escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata de dos colores, blanco y azul celeste, quedando abolida la roja con que antiguamente se distinguían".


En 1812, la política exterior del Primer Triunvirato se basaba en sostener que el objetivo de la Revolución de Mayo era preservar estos territorios para Fernando VII, que seguía cautivo de Napoleón, pero muchos, como Belgrano pensaban que ya era tiempo de pensar en la Independencia.


El Día de la Escarapela fue instituido por el Consejo Nacional de Educación, en el año 1935, y su celebración se efectúa el 18 de mayo.


martes, 11 de mayo de 2021

11 DE MAYO DÍA DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO

 

 Día del Himno Nacional Argentino





Cada 11 de mayo se conmemora el día del Himno Nacional Argentino porque en 1813 la Asamblea del año XIII sancionó como «Himno» a la marcha patriótica cuya letra fue compuesta por Vicente López y Planes y la música fue creada por Blas Parera.

La canción patria fue interpretada por primera vez en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson y fue ella quien entonó los primeros acordes.

López y Planes (autor de la letra del Himno Nacional Argentino) fue escritor, abogado y político argentino. También se desempeñó como Presidente Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, entre el 7 de julio y el 18 de agosto de 1827.

El músico Blas Parera (compositor de la música del Himno Nacional Argentino) nació en España. A partir de 1797, se radicó en la Ciudad de Buenos Aires. Participó en la defensa y reconquista de esta ciudad contra los invasores ingleses. Regresó a España en 1817.

Mariquita Sánchez de Thompson fue una patriota Argentina. Esposa de Martín Jacobo Thompson y luego de Juan Washington de Mendeville. En su hogar se cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino y fue ella misma interpretó las primeras estrofas del Himno.

El 30 de marzo de 1900 se decretó que en las festividades oficiales o públicas, así como en los colegios o escuelas del Estado, sólo se cante la primera y la última cuarteta y el coro de la canción sancionada por la Asamblea General del 11 de mayo de 1813.



‘Himno Nacional Argentino’

¡Oid mortales el grito sagrado

libertad, libertad, libertad!

oid el ruido de rotas cadenas

ved el trono a la noble igualdad.

Ya a su trono dignísimo abrieron

las Provincias Unidas del Sud,

y los libres del mundo responden

¡Al gran Pueblo Argentino salud!

Coro

Sean eternos los laureles,

que supimos conseguir,

coronados de gloria vivamos,

o juremos con gloria morir.



MÁS INFORMACIÓN.


viernes, 7 de mayo de 2021

"DON FRESQUETE " DE MARÍA ELENA WALSH

 Hermoso cuento para leer un viernes fresquito: “Don Fresquete” de María Elena Walsh.☃️




Había una vez un señor todo de nieve. Se llamaba Don Fresquete.

¿Este señor blanco había caído de la luna?

–No.

¿Se había escapado de una heladería?

–No, no, no.

Simplemente, lo habían fabricado los chicos, durante toda la tarde, poniendo bolita de nieve sobre bolita de nieve.

A las pocas horas, el montón de nieve se había convertido en Don Fresquete.

Y los chicos lo festejaron, bailando a su alrededor. Como hacían mucho escándalo, una abuela se asomó a la puerta para ver qué pasaba.

Y los chicos estaban cantando una canción que decía así:

“Se ha marchado Don Fresquete a volar en barrilete.”

Como todo el mundo sabe, los señores de nieve suelen quedarse quietitos en su lugar.

Como no tienen piernas, no saben caminar ni correr. Pero parece que Don Fresquete resultó ser un señor de nieve muy distinto.

Muy sinvergüenza, sí señor.

A la mañana siguiente, cuando los chicos se levantaron, corrieron a la ventana para decirle buenos días, pero… ¡Don Fresquete había desaparecido!

En el suelo, escrito con un dedo sobre la nieve, había un mensaje que decía:

“Se ha marchado Don Fresquete a volar en barrilete.”

Los chicos miraron hacia arriba y alcanzaron a ver, allá muy lejos, a Don Fresquete que volaba tan campante, prendido de la cola de un barrilete.

De repente parecía un ángel y de repente parecía una nube gorda.

¡Buen viaje, Don Fresquete!



jueves, 6 de mayo de 2021

POESÍA INVERNAL

 POESÍA DE GLORIA FUERTES
DON LIBRO ESTÁ HELADO 📖📚

Estaba el señor Don Libro

sentadito en su sillón;

con un ojo pasaba la hoja,

con el otro ve televisión.

Estaba el señor don Libro

aburrido en su sillón,

esperando a que viniera...(a leerle)

algún pequeño lector.

Don Libro era un tío sabio,

que sabía de luna y de sol,

que sabía de tierras y mares,

de historias y aves,

de peces de todo color.

Estaba el señor don Libro

tiritando de frío en su sillón;

vino un niño,

lo agarró en sus manos

y el libro entró en calor.





sábado, 1 de mayo de 2021

1° DE MAYO DÍA DEL TRABAJADOR

 Cuando sea grande, yo quiero ser bombero,

correr con la auto bomba para apagar el fuego.

También podría ser piloto de un avión,

 llevando pasajeros por todo el mundo entero.

 Cuando sea grande, yo quiero ser doctor,

maestro o arquitecto de un mundo mejor.

Actor de una novela que siempre sea de amor,

 quizás como astronauta, un día llegue al sol.

Cuando sea grande sería marinero,

 cuidando que mi barco no vaya a naufragar.

 Payaso en algún circo o un gran escritor de cuentos

 para niños, o de ciencia ficción.

Cuando sea grande, quiero ser el mejor,

cualquier trabajo es bueno si se hace con amor.

 Y si tengo suerte, seré presidente,

 y haré que la gente pueda vivir mejor.